Si tiene una cocina a gas, encienda un quemador. Asegúrate de tener unas pinzas preparadas si no puedes dejar reposar el pimiento a una buena altura sobre la llama. (Probablemente querrás que le den la vuelta al pimiento de todos modos).

Una vez que esté lo suficientemente ennegrecido (y no en llamas, fíjate) tira una bolsa de papel y ciérrala. Déjelo reposar y el calor residual dentro del pimiento continuará cociéndolo de adentro hacia afuera.

Una vez enfriado, retire la piel.

Siéntase libre de usar agua para enfriar o ayudar Quite la piel, pero puede lavar algunos aceites sabrosos.

Prefiero este método porque me permite vigilar el pimiento todo el tiempo en lugar de tener que echar un vistazo a un asador escondido. Además, puede asegurarse de obtener un tueste uniforme.

Este es el procedimiento que utilizo:

1. asar o asar los pimientos hasta que estén ennegrecidos y ampollados por todas partes.
2. mételos inmediatamente en una olla lo suficientemente grande como para contenerlos.
3. tapa bien la olla
4. canta dos versus de alguna chabola marina (solo bromeando, en realidad, espera 5 minutos)
5. quita los pimientos y descubre que puede raspar fácilmente la piel ennegrecida y quemada.

Los aso en el horno hasta que la piel se oscurece (en realidad, se ennegrece). Luego los puse en una bolsa de papel para que se enfríen. Las pieles se deslizan fácilmente. No estoy seguro de si las bolsas de plástico funcionarían, pero las de papel hacen un buen trabajo.

Espero que esto ayude.

Si tienes una estufa a gas, ásalas en la estufa. Simplemente coloque el pimiento directamente en la llama y gírelo mientras se ennegrece. Una vez que el pimiento esté completamente carbonizado envuélvelo en papel de aluminio. Déjelo enfriar durante unos 15 minutos, luego raspe la piel carbonizada y disfrútelo.